Salva Carrion

No tengo patria ni destino

 

No tengo patria ni destino,

solo poemas y camino;

con paso firme y soberano

al mundo le tiendo mi mano

y lo abrazo como a un hermano.

 

En cada verso va un gemido,

en cada rima va un latido;

en cada estrofa un son herido;

con la voluntad por testigo,

el coraje es mi fiel amigo.

 

Trazo al aire rumbos inciertos,

mi grito hiere los fríos vientos;

con mis cantares libertinos

subo a los cielos los lamentos

de mis periplos peregrinos.

 

Moriré como sabio anciano,

en alguna isla del océano,

lejos de todo ser cercano,

en la paz del viejo marino,

a solas con mi último trino.