Salva Carrion
A nadie le tengo odio
A nadie le tengo odio,
es tan solo de oído,
aunque tenga oidio,
desde su cuna nacido
que al malo fastidio.
Que no viva en alodio,
ni con el Monipodio.
A manducar del brodio
por un sexto del modio
que ya vale este enodio.
El buen ángel custodio
a este hombre tan roído
de este solo episodio,
de pensar desoído,
a quien fiel yo parodio,
que lo perdone su Dios.
Y a todo aquel rejodío
de pecados corroído,
en el celeste podio
que lo empale su Dios,
al gusto de Metodio
con el fuego de sodio.
Digo amén, ohDiosoh.