Un sueño, una letanía
una  cara
una sonrisa
una voz
música
harmonía,
unas palabras
mía,  mías
una letanía
una sinfonía
como un ruego
una oración
una  compañía,
tuya, tuyas
las puse en un cojín
de terciopelo
adornadas  de tus besos
de encaje.
 
Piedras preciosas
que despiden
centellas  rojas
verdes, blancas,
cual rayo laser
penetran el tercer ojo,
una  quemadura
una esencia
de pura dulzura
sella los corazones.
Merche DemBar