Salva Carrion

La Luna cian llora lánguida

 

La Luna cian llora lánguida

bajo un domo ocre de estrellas,

sus lágrimas de luz cándida

en los ciclos dejan huellas.

 

Su rostro, pálido y frío,

refleja sueños perdidos;

en la noche y su glorío

saloma amores heridos.

 

Las nubes son su retiro

y el viento su compañero

recoge ecos de suspiros

de un antiguo romancero.

 

La brisa salmodia suave

los arcanos que ella guarda,

y en la hora malva su salve

de Ninfas es halagada.

 

Las odas versan su gloria

en un vals de eternidad,

entre lazos de armonía

de un mar de serenidad.

 

Al surgir tu faz oronda

las mareas se levantan,

cae una lluvia afrutada

con aromas que deleitan.

 

Oh, Luna, de romance hondo,

con tu fuerza de alegría

fijas el girar del mundo

que en la noche es poesía.