DESOLACIÓN EN LA FRANJA DE GAZA
Crece la noche con su silencio oscuro
en su fragor secreto de resinas
atraviesa caminos, rompe muros
y disuelve sus sombras en las esquinas
Se mete entre los ojos con su negro acento
como un hilo de sangre en la espesura
crece la noche y se la lleva el viento
a las calles del silencio y la amargura
Crece la noche envolviendo la fatiga
donde duermen niños, sin voz ni aliento
un estruendo de bombas negras los cobija
mientras se llena de luz el firmamento
Entre la penumbra se desgrana la vida,
se quiebra el silencio, se esconde la risa
y desde los escombros surgen las heridas
Nada se detiene la muerte va de prisa
El viento hace ronda, de llantos y sollozos
Y los alaridos quiebran los cristales
Ahí entre las sombras, todo es doloroso
se ensaña la muerte y reviven los males
La luna con su luz difusa, parece muerta
se posa entre las ramas desoladas
en las oscuras hendijas de las puertas
y en los rincones de las casas olvidadas
Ahí donde la sombras y la luz naufragan
Un enjambre de zopilotes, alza el vuelo
empieza a batir sus alas que se apagan
desde la negra oscuridad del cielo
Crece la noche como cruel enjambre
rondando alrededor de estómagos vacíos
De niños que se acostaron con el hambre
y matan con engaño, el dolor y el frío
Mientras crece la noche; ellos aún despierto
escuchan bombas, mientras su alma implora
como muertos en vida, que lloran a sus muertos
en el telar vicioso y frío de las horas
Se van las sombras sin cobijar los sueños
mientras el mundo llora de melancolía
La luz del Sol pone todo su empeño
para que florezca la luz, de un nuevo día