principe del verso

Mi señor

Mi señor, 
mi Dios, 
no se como agradecerte 
por tu infinito Amor. 

Porque en tu infinita misericordia 
dijiste por mi al Padre, “Perdón” 
siendo tu el único inocente, 
y yo el pecador. 

Cargaste todo el peso de mis pecados 
muchas veces me he sentido un cobarde, 
al imaginar tu cuerpo desfigurado; 
siento como la piel me arde. 

Me siento impotente 
al imaginar tu dulce y tierna mirada 
que a pesar de tus pies, y tus manos clavadas, 
con tu dulce mirada tu decías; 
lo mucho que nos amas. 

En agonía, casi desfalleciendo 
tu preciosa sangre recorría, 
todo tu cuerpo, 
goteando, cayendo al suelo; 
se muy bien que tenias que haber muerto 
para vencer la muerte y vivir de nuevo. 

Ha este precio, 
con este sacrificio 
compraste mi vida 
por amor a mi no bajaste de esa cruz, 
nunca se me olvida. 

Gracias, 
me has dado Libertad 
Seré tu esclavo de amor si me lo permites, 
Por toda la eternidad.