Alejandro

Fotolitos

Sucede, en las mañanas,

cuando un rayo de luz atraviesa mi sien,

que me desarmo,

me encuentro desnudo de dureza,

impronunciable,

casi admisible.


Y recorro del rayo su espacio,

sus minutos,

le disfruto la intención de no tenerme

armado hasta los dientes,

indescifrable.


Un segundo pienso,

desmiembro la realidad,

construyo las mentiras más hermosas

y me recuesto a descansar.


Luego

fotoaugliafobia repentina,

me devuelvo con lo oscuro,

me envuelvo en la coraza

ya listo para caminar

de nuevo por el mundo.