Te percibo incesante en el devenir existencial
lo concebido de tu ser me aferra con tibieza añorada.
lates en este aire plagado de signos, arrecias mi pequeño universo
inmerso de música, de palabras insondables.
Se difuminan las absurdas fronteras
tu voz ausente descansa en mi recurrencia.
Los anónimos días se tiñen de tu dulce evocación.
No despertaré de mi letargo,
me refugiaré en esta instancia primordial.