bonifacio

El rey sapo

Érase una vez un sapo

Que era un rey

Y un bandido con harapos

Que era el dueño de la ley.

 

Toda la grey

Era un trozo de guiñapos

Con unos trapos

Que daban mucho que hablar

No lo digáis

Ni lo penséis

Que si lo hacéis ahora me rapo.

 

Era una sarta de mentiras

Los personajes de este cuento.

 

El más contento

Era un triste acordeón

Que no dejó una canción de hacerla tango

Y el macilento

Poseía en el Empire State

Un gran departamento.

 

Vivía en el fango

Según el Banco de Fomento.

 

El galán era un señor

Que no tenía ni un sustento

La emperatriz una nariz que olía el viento.

 

El rey un día

Por una hambruna

Partió y llegó a una laguna

Y una princesa algo traviesa

Que en esta ocasión era cuncuna

Se estaba ahogando

Sin más remedio ni fortuna.

 

El rey

Con hambre y tedio

Vio la comida y como sapo

(Que larga lengua el tendría)

La atrapó y a la pasada la besó

Con gran alevosía

Sin duda alguna.

 

Cuenta la historia

Que a partir de esa acción tan oportuna

El gavilán fue gavilán

El corazón fue corazón

Y la ilusión fue lo que era

Una ilusión

Y siempre hay una en cualquier cuento.

 

Como no quiero entusiasmar a tanto niño del lugar

Que aún padecen de tormentos

Por estos cuentos 

Desde la cuna

Voy a contar un dos y tres

Y me iré donde no haya

Cuentos ni runas.