Mauro Enrique Lopez Z.

Se descubrió tus andanzas

Acabo de llegar del trabajo y mi 

amada no estaba en casa. Siempre 

me lo decían, su mujer cuando se 

va a sus labores, sale por las noches 

y llega de madrugada borracha. 

Yo me enojaba con ellos, hasta 

no creía; hoy comprobé porque 

llegué tres de la madrugada, cerré 

la casa y dejé puesto seguro, para 

comprobar a qué hora llegaba. 

Era cierto lo que me contaba, llegó a la

 seis, solo pude hacer cojer su ropa 

y se la puse en la puerta, y que 

buscara sus amigos de copa, que se 

marchará sin enojos. Hoy estoy felíz 

porque no tengo complicaciones 

con nadie, era cierto lo que 

me comentaban, hasta mis amistades 

gozo con ellos sanamente, y comparto 

de lo que traigo sin amargarme la vida, 

así de fácil.