RICARDO V

Me encontré un pájaro muerto

En la mitad del camino

me encontré un pájaro muerto.

No sé si cayó de un nido,

puede que estuviera enfermo,

lo que sé es que en el camino

me encontré un pájaro muerto.

 

Me paré muy sorprendido

al ver algo tan funesto

y me acerqué con sigilo,

en demostración de afecto,

porque estaba sorprendido

por ver algo tan funesto.

 

Se encontraba el pajarillo

de polvo todo cubierto

abandonado al destino

con sus ojos aun abiertos,

pero estaba el pajarillo

de polvo todo cubierto.

 

Su plumaje de amarillo

ya no cubría sus huesos

y cogida con su pico

una ramita de abeto,

más su color amarillo

no le cubría sus huesos.

 

Lo retiré del camino

pues no es sitio para muertos

y lo enterré en un hoyito

medido para sus restos,

alejado del camino

pues no es sitio para muertos.

 

Y por último capricho

me dejó para el recuerdo

el origen y el motivo

de su cruel fallecimiento

y fue su último capricho

dejado para el recuerdo.

 

Pues posando al pajarillo,

se le desprendió del cuerpo

la basura de algún tiro

de algún cazador molesto

que no quiso al pajarillo

y le disparó en el cuerpo.

 

Una bala de asesino

lo llevó donde los muertos

y me dejó pensativo

preguntando ¿qué habrá hecho?

para que un mal asesino

le lleve donde los muertos.

 

Descansa y vuela tranquilo

con los pájaros del cielo,

pues ningún otro asesino

te disparará de nuevo

y descansarás tranquilo

con los pájaros del cielo.