Patricia Aznar Laffont

En mis entraƱas

Es Aquel, el  Murmullo Sutil de tu Voz.

 

El Suspiro Tenue que Canta,

el Sonido en Ecos de tus Ojos.

 

Mieles Enredadas en tus Pupilas

que Ahora entre Cielos, Ya no Callan.

 

Es el Silencio Antiguo de la Noche

y de los Amaneceres Mudos

que Invocan tu Ausencia.

 

Quizás, el Alma que Sos y Fuiste

como Benigno Fantasma

me Visite por las Nublosas Madrugadas

o entre Anocheceres Sin Noches.

 

Mi Corazón Mutilado

por fin Habla

de Aquel Amor Jamás Olvidado,

entre Albas sin Noches y 

Noches sin Albas.

 

Aparecés de Pronto, sin Latidos de Puertas 

y entre Bendiciones que Nunca se Alejan.

 

Recuerdos, Rocíos de Gotas de Sudores Salados,

El Ardor de tu Cuerpo y el Mío

Unidos en el Más Puro Amor

por  Siempre Perdido.

 

Amaneceres y Noches,

Sin Vos y Contigo.

 

Ay! Y esa, la Mentira siempre Ausente!

 

Ay! Esa Impura Necedad del Pasado

Hizo que te Pierda, Amor, dulce Estío.

 

Ay! el Maduro Damasco Dulce

de tu Boca...

 

Será cuando sea la Hora Anhelada

que entre Jaranas y Quenas

que en la Más Rota Melodía,

Alce el Telón

de la Herida Entumecida

Y el Alarido que No Espanta

la Alondra

que en Vuelos Fuiste y que se

Hizo Nido y Cuna

en mis Entrañas...

 

(Patricia)