Paquetito

No me muevo de tu luz

Noches enteras te estuve buscando

en la soledad que me avasallaba.

Noches oscuras en busca de la luz

que me esperaba sin saberlo.

La mía se fue apagando,

su resquicio guardé en lo más profundo

por si algún día me brillabas

y necesitaras saciarte con mi brillo.

 

Noches de sueños cortos, inentendibles

yo te busqué, casi desde siempre

mientras tú en tu mundo sonreías.

 

Viví paralelo a ti, en espacios semejantes

en cielos que lloraban la ausencia del otro

lluvia que mojaba nuestros rostros

en otros besos que quisieron ser infinitos.

 

¿Recuerdas los caminos que andabas?

¿Los campos de margaritas?

¿Las paredes de piedra?

¿Los rincones rojos de amapolas?

Yo también los recuerdo.

Pero no estuve allí para contemplarlos contigo.

 

Siempre merodeaste mi pensamiento

sin saber de tu existencia.

Guardé mi luz por presentimiento

nunca perdí la esperanza.

 

Y un día que mi soledad me vencía

sentí el escalofrío en el alma

tu mano cogió mi mano

y el ruido tornose en calma.

Alcé mi mirada vencida y triste

la luz en tus ojos me buscaban

y entonces mi luz brilló más que nunca

quedó mi oscuridad iluminada.

 

“_ ¿Dónde vas muchacho?”, me dijiste.

Y desde entonces no me he movido de tu luz, que

junto a la mía brillan, bailan…

se aman