EHUR OHR

En un pasaje llamado vida...

Te veo ahí…estática…

como estancada en el tiempo,

paciente y descansada…

traveseando con el reloj de arena,

examinando su invariable transcurrir…incontenible,

indagando sobre el porqué de sus pasos repetitivos.

 

Te veo ahí…

analizando mi aspecto insustancial,

mi vacío existencial…renuente,

mi rebeldía archivada…extraviada,

y mis promesas empolvadas…

depositadas en la vieja valija de mis fantasías pendientes.

 

Te veo rebuscando…entretenida,

escarbando en los dilemas de mi existencia,

perdiendo la mirada sobre algún gesto indomable de mi semblante,

esperando que mi cobarde indecisión se anime…

y sacuda mis latidos de ese letargo de nostalgia…

y te demuestre que aún sigo activo.

 

Te veo ahí…desencantada,

asustada de ver como se dilapidan los segundos,

como los minutos de desgastan sin motivos,

y las horas se van convirtiendo en nada.

 

Pasan los días…vertiginosos…

como apurados…apresurados,

como si ya no les importara… ni la luz ni las tinieblas…

como si les diera igual...la noche y el día…

o la borrasca tempestuosa sin truenos

y las puestas del sol nubladas,

la luna sin noctámbulos…

y los amaneceres sin roció,

como si la primavera hubiese perdido su vestido multicolor…

o en el otoño, las hojas ya no se dejaran corretear del viento.

 

Veo tu ansiedad…puedo notar tu incertidumbre y tu desidia.

 

Las semanas se hacen meses…con un contenido desordenado…y deslucido.

 

Se escurren las estaciones por las rendijas de la impotencia.

 

Los años desaparecen de manera fantasmagórica…

bajo la sombra de recuerdos que se diluyen en la melancolía.

 

Así concluye nuestra presencia…gotita a gota,

así se consume… ese instante llamado vida…