Antonio Martín

Momentos de silencio

 

Perturbar mi paz

es motivo de disgusto

y mi paciencia no aguanta

semejante atrevimiento.

Huyo del ruido

que no quiere callar

ni viendo amanecer.

La mente me lo pide

por gusto y placer:

contemplar el horizonte,

meditar en la calma,

hablarle al infinito

o dormir en silencio

plácidamente,

porque adoro mi paz

que es intocable,

ni se da ni se quita,

es sagrada y muy mía.