Patricia Aznar Laffont

In Memoriam - A Diego Armando Maradona.

Quizás, fue el Tiempo Defectuoso

de Miserias Truncas.

 

Quizás, fue el Espacio 

que Murió,

Y este Presente Profano

que Impuro No se Aguanta.

 

Quizás es que

con la Memoria en mi Palma de la Mano,

Se Cuece Ese Tiempo Mudo

que Selló Cristalino un Pacto con Vos.

 

Entre la Piel Arrugada de Mis Ojos

Recuerdo el Sin Nombre

del Grito que Jamás Calla.

 

Fue en el México Querido

y en un \'86 del Pasado Siglo,

Cuando la Frustración y la Derrota

se Hicieron Victoria

de una Guerra Innombrable de Dolor.

 

¡Y Fue el Milagro!

¡Y no lo Hizo, No! un Santo Varón!

 

Lo Hizo el Diego

que desde su Estrella

Juega Aún con un Celeste y Blanco Balón,

aún a  Carcajadas y Sonriente,

por haber Vengado en Venganza Pequeñita

a esos Ladrones de Patrias.

 

Ingleses Incrédulos:

¡Como Estatuas de Cemento Quedaron!

 

Y Fue la Doble Victoria y la Vil Derrota

sólo Inscripta en una Cancha y una Pelota

que los Mató como Némesis en Llamas de Fuego

de ese su Ardiente Valor.

 

El Tiempo Seguirá Transcurriendo

Cuando una Pelota Enamorada

Y la Bandera de mi Patria,

Piel y Sangre Albiceleste,

Siga Sembrando el Camino de Todo Aquel

que Jamás Se Rindió.

 

Mientras en el Alféizar de las Ventanas

de los Cielos

el Orgasmo de Un Gol y una Gambeta

Alce el Telón Triste

de Todos los Derrotados de Derrotas.

 

Ay! !Diego Maravilla!

¡Fueron y Serán el Milagro de tus Pies!

¡Y esa Milagrosa Mano que te Regaló Dios!

Inyecta de Pecados, Sí!

que se Inmolan 

y se Revierten Renacidos

en tu Ángel

Ajeno Ya,

de este Mundo Injusto y Repetido

que Jamás creyó, ni

 Entendió el Fervor de Tu Mirada,

(Cielo Celeste y Algodón de Nube Blanca)

 

Y ese el Corazón que se Agiganta

al Recordarte:

¡Diegote, tan Argentino,

como el Mismo Dios!...

 

(Patricia)