Mauro Enrique Lopez Z.

Pensaste mal

Pensabas que yo me moriría 

porque te ibas; mira como gozo 

de alegría, que hasta la casita 

donde nos dimos amor, cómo 

lucen, porque mi pequeño jardín 

es tu reemplazo. Hasta cuando 

pasan extraños, como echan 

la mirada por sus rosas que 

brotan cada día. De extrañarte,

que pena contigo, que ni de 

pasada te quiero por mi jardín, ni 

quiero que lo hagas porque mis 

rosas saben que tú visita no hace 

falta. Porque me hacen felíz 

así de sencillo te lo digo yo.