ubik

LAS TRANSPARENCIAS DEL MAL

Sé que he entretenido a la bestia 

durante tanto tiempo

que he perdido la noción del mal

en el bien implícito

o

viceversa.

 

El canto de mi sangre 

 recuerda la corazonada angélica 

de cada semilla 

revelándose en la raíz inmaculada 

de un sol nórdico,

 

en esa mirada fija tuya

que lleva subtítulos 

de espejo roto.

 

De todos modos,

los ángeles llegaron 

con el jardín ya despojado

y aún así nos sobreviven,

 

apresurados a recibir 

los sueños que adormecen 

nuestros cuerpos 

como la caligrafía eclipsada 

de tus manos en las mías,

 

donde  la alimaña 

refleja una máscara esférica 

contigua a su inmortalidad terrestre,

 

haciendo realidad 

el relámpago del tiempo,

 

 

en una  jaula de marcapasos.