Encontrarte fue muchas cosas, algo muy similar al tsunami emocional de adolescentes,
Encontrar tus escritos, fue como descubrir un baúl de risas al final del arcoíris,
Trajiste emociones nuevas, hiciste florecer mi cuaderno y me dibuje una ilusión,
Como triste reparador de sueños; animaste mi creatividad y me pusiste en el camino.
Ya las noches las pintaste de primavera, el dormir se convirtió en el disfrute de tus letras
Me acercaba a tus poemas a beber de su fuente, disfruto la miel de cada letra,
Me gusta tu sonrisa como poema en los cuernos de la luna, cada letra como una flor
Que espera la primavera, como un niño la navidad, como la hoja el poema.
Cada noche tiene su amanecer y cada sueño su despertar y yo y tu no tuvimos nada
Solo mensajes intercambiados entre tu trabajo y el mío, algunas letras y pasajes
Para que ardiera el deseo de la magia, la ilusión de encontrarnos, de escribir juntos
El más bello poema escrito en el viento, para que juntara nuestras letras en la distancia.
A veces la distancia juega en contra de los poetas, la noche y el sueño pierden su ilusión
Cuando aparece el insomnio, se acrecienta el deseo de escucharte, de beber de tus labios una palabra, de escuchar en tus poemas una metáfora, un verso, que haga brillar la esperanza en la noche oscura del espíritu, del desierto de letras, que se torna la hoja.
Somos la oruga que no llego a ser mariposa, hicimos de un lindo poema un borrón en el cuaderno que viajo constantemente al cesto. Fuimos el mal consejo de una almohada, que no comprendió nuestras primeras letras, una ilusión que no, quiso ser pensamiento;
Fuimos lo que no quisimos ser y ahora en la distancia…dos extraños.
Dos extraños, queriéndonos reconocer en unas letras que la amnesia poética se llevo
Como hoja seca que arrastra el viento, como golondrina perdida en un desierto buscando la playa de ayer. Somos el niño pedido en el parque que busca con su llanto, encontrar a sus padres, para volver a sonreír como lo hacía en sus brazos ayer.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO