Francisco Javier G. Aguado 😉

Leticia, tu nombre me sabe a paz

Leticia.

Posan suaves tus palabras
en mi alma confundida
y con dulzura infinita
me devuelves la esperanza.

Conoces mis entresijos
mis aristas y mis dagas
esas que clavo a veces
a las personas que me aman.

Conoces tanto de mí
que a veces sobran palabras
solo con mirarme a los ojos
me infundes serena calma.

Irradias tranquilidad,
me llegas directa al alma,
ordenas mis sentimientos
y minimizas mis dramas.

Y con esa sonrisa abierta
de par en par tu ventana
alegras mi corazón
como un tañer de campanas.

Te admiro y te respeto
con ternura y con templanza
buscando dentro de ti
palabras de paz, palabras.

Y en un instante tranquilo
reír sin decirnos nada
con silencios penetrantes
que nos traspasen el alma.

Qué infinito hay en tus ojos
reflejado en tu mirada
qué ternura en tu sonrisa
cuanta paz en tus palabras.