nadieenlanada

El Sinsentido

Para los que alguna vez se lo preguntaron, la vida es los momentos que uno está con amigos y familia. La vida es la gente y lo que hay entre uno mismo y los otros.

 

Al final, la respuesta de la duda que todos tenemos sobre el sentido de esta, la teníamos más cerca de lo que pensábamos. El sentido nunca fue un sentido, siempre fue un sentimiento. Siempre fue un momento, siempre fue una persona, y hasta tiene nombre.

 

Hay preguntas que uno le hace a \"el más allá\" y a \"el destino\", como si algo de eso existiera y nos pudiera contestar. Y si así fuera, tampoco lo harían, porque están muy ocupados haciendo de las suyas.
Terapiando a las sociedades, a los desahuciados; a los deprimidos, que lo único que hacen es llenarlos de preguntas. Ese par, \"el más allá\" y \"el destino\", lo que tienen son historias pa\' contar. Si quisieran podrían estar horas cagados de la risa al lado izquierdo de Dios y a la derecha del Diablo hablando mierda y adelantando cuaderno de todo lo que tienen pa\' hablar.

 

\"El más allá\" le podría contar a \"el destino\" que siempre le preguntan por la existencia de un dios, por seres supremos y místicos que solo un humano pudo haberse inventado. Si supieran que lo cuenta estando con Dios al lado prendiendo uno de la mano.

 

Ahora, \"el destino\", sí cuenta cosas más densas. Como en todo parche, no falta el que se pone a sacar temas profundos de conversación. A él le encomendaron muchos sueños, muchas ilusiones; hicieron promesas en su nombre, y más que respuestas le solían dar es dudas.


En el destino quedaron muchas charlas pendientes, muchas canciones que dedicar, muchos momentos por ser vividos, muchos besos en la frente que entregar, historias por contar y por sobre todo abrazos por dar.

 

El destino mira para abajo y se lamenta que siga habiendo personas que pudiendo estar, no lo hacen. Que siga habiendo gente que no se atreva a entregarlo todo por miedo a recibir poquito y quedar con nada. Que por buscar una respuesta la vida misma se les está escurriendo de las manos. Y quizá cuando se den cuenta ya el destino se las habrá quedado.

 

Antes de terminar la charla el destino se resigna y se sirve otra ronda, porque son menos las personas que se atreven a sentir en este mundo y más las que solamente se quedan con la duda.
Si supieran que la respuesta la tienen al lado en la cama, desnuda y despeinada, dándoles la espalda... y póngale la firma que hasta está soñando con ustedes.