Versos, trocitos del alma,
envueltos en palabras,
y pedazos de papel.
A veces, están secos,
mojados, salados,
con manchas rojas.
A veces, son dulces,
amargos, ácidos
huelen a fracaso,
alegría, misterio.
A veces, las hojas
se mojan, con sal-agua
del sistema oftálmico,
o, con líquido amargo,
que viene del hígado.
Los versos, hacen sentir,
que estás meditabundo,
vivo, triste, alegre, cansado,
enamorado,
o bajo el influjo
de un hechizo,
o un dolor
exacerbado.
El verso, es triste,
feliz, alegre, furioso,
o desgraciado.
Si no duele, no sirve,
el extremo, es cuando
el verso tira sangre.
Al final, el verso
es una parte de ti,
en tu cerebro,
está tatuado.
© Rosales Alday Javier