Me preguntaron si ya te había olvidado, que por qué ya no subía fotos o momentos a tu lado, que por qué ya no compartía estados o te etiquetaba en mis poemas publicados.
Le contesté que si.
Que ya eras recuerdo, que ya estaba viviendo otro sueño, otro presente y planeando otro futuro sin ti.
No pude evitar que se me escapara una sonrisa y al mismo tiempo mi mirada cambiará, no pude evitar una lágrima brotará.
Le contesté que ya te estaba olvidando, que ya no recordaba los días que pasamos juntos, las aventuras, los enojos, las mil y locuras que hacíamos, le dije que incluso su recuerdo ya era muy lejano, que las palabras eran solo eso, palabras, que las acciones eran solo momentos, que el sabor de su boca ya me era indiferente, que su aroma era efímero, que si calor ya era frío.
También le dije que ahora era otro, ya no volveré a ser el mismo, que le deseaba lo mejor y esto sería pasajero.
Quede un momento en silencio, levanté la mirada y vi el espejo, a quien engaño.
Mi mentira más bonita es, te estoy olvidando.