De pronto llegan sus cartas
y me entorpecen
derribando los muros
que hice de roca.
Tumban la mentira
de que no existe el amor
y en segundos..
Usted se convierte en el ladrón
de mi corazón.
Y después de vibrar
(talvez ilusamente)
en sus poemas
y gritar lo que llevo escondido
entre cuatro letras,
descubro que sigo siendo
la musa de aquel poeta
que clavó a mi corazón un puñal.
Se repite la historia,
¿Se repetirá el final?
~
PD. A diario recuerdo
con cariño todo aquello
que quedó atrás.
Pero hay días que ese cariño
salta a mi corazón
y el anhelo me invade
desbordando todo.
~