Bajo el manto estrellado, en la noche callada,
dos almas se encuentran, en la cita esperada,
susurros de amor en la madrugada,
unidos por el destino, en esta encrucijada.
En el silencio profundo, se entrelazan los destinos,
palabras susurradas, como dulces vinos,
un lazo invisible entre dos corazones finos,
bajo el cielo infinito, entre sueños divinos.
En la penumbra suave, los suspiros se entrelazan,
en el abrazo fugaz, la pasión se desata,
un momento etéreo donde el tiempo se retrasa,
bajo el velo de la noche, su amor se abraza.
En la cita de madrugada, se sella un juramento,
bajo la luz de las estrellas, en este efímero momento,
dos almas se encuentran, en unión y aliento,
en el susurro del amor, encuentran su cimiento.
Bajo el firmamento, en la brisa serena,
se funden sus almas, en esta condena,
un amor eterno, que nunca se apaga,
en la cita de madrugada, que el tiempo no desgrana.