Joseponce1978

Corazón supurante

Algunas veces, mientras te veo jugar o bailar, tan ajena a los relojes decadentes, me pregunto si hice lo correcto trayéndote a este mundo de dioses esquizofrénicos que oyen sin escuchar las voces de sus hijos más aterrados.

Hasta ahora, más por azar que por mérito, hemos sorteado esta escalada bélica de muflones deseosos de toparle a todo lo que se mueva, pero quien nos garantiza que mañana mismo no nos vayamos a quedar sin comodines y nos veamos inmersos en medio de un fuego cruzado.

En este Shangri La con los días contados, donde el desierto le gana terreno al verde a velocidad de vértigo, sigo buscándote una primavera que ni llega ni se la espera, ¿y qué quedará de nuestro florido valle cuando las amapolas se hayan rendido  por la deseperanza y la desesperación ante un futuro encaminado al abismo? Apenas un puñado de recuerdos retóricos si acaso.

Entre las mil preguntas que me vienen a la cabeza, me cuestiono si serás capaz de abrirte camino entre las hostilidades mundanas, si tendrás la suficiente habilidad para ser feliz sin depender de nada ni de nadie, o si conseguirás los medios para dominar tu vida y no dejar que la vida te domine a ti.

De repente, como si me leyeras el pensamiento, te acercas y me crujes el cuello de un abrazo,. Entonces te digo que no me aprietes tanto porque me haces daño, y como ya me conoces, me aprietas más fuerte mientras yo me quejo de alegría y tú te ríes. En ese momento, se disipan de golpe mis dudas y mis miedos.