lorenzo salamanca garcia

PERDON Y GRACIAS

Como el plato y la cuchara:

No se entienden uno sin la otra.

Como degustar moras:

Complicado, sin tener algun dedo pinchado por las zarzas.

Como manchas en la ropa,

que el detergente limpia,

antes de volver a transitar.

Dentro del mismo libro 

tienen capitulos propios,

escritos en escenarios diferentes.

No son patrimonio de nadie. 

Pronunciarlas libera 

de la carcel del aislamiento 

y muestra lo mejor de uno mismo.

Son el mejor antídoto

contra el rencor.

Los desaciertos son sombras

en una pintura de horizonte abierto,

donde atardecer y amanecer

se confunden.

En el vaho del cristal,

alguien ha escrito con los dedos:

PERDON Y GRACIAS