gaspar jover polo

¿POR QUÉ PREFERIR EL MAR A LA MONTAÑA?

¿POR QUÉ PREFERIR EL MAR A LA MONTAÑA?

 

La preferencia resulta obvia

para un aficionado al monte

para un inveterado senderista:

el suelo resulta en todo momento firme bajo los pies,

la aventura se sucede dentro de unos límites bien definidos

por fronteras naturales, tales como

la fila de árboles que da comienzo a la espesura del bosque,

los barrancos profundos y las grietas rocosas

que condicionan la marcha.

El mar, por el contrario, no presenta fronteras:

tal es así que el viajero puede

deslizarse sin límites y sin pausa

sobre el perpetuo no estar quietas de las olas

siempre que no se acerque a la orilla.

Y por este procedimiento, de mar en mar

o de océano en océano, sobre las aguas profundas,

lo que hace el marino es aventurarse

por un camino infinito

pero también inestable.

 

 

Gaspar Jover Polo