gaspar jover polo

EL TAMBORILERO

EL TAMBORILERO

 

Voy a tocar el tambor;

ya me pongo a tocar en plena calle,

a aporrear el parche con ímpetu,

pero es de día y los vecinos

pueden asomarse y verme

pasar

al escuchar el tan-tan-tan

característico. Es un tambor que

suena como a bidón vacío de metal,

como los sonidos musicales

de aquella isla famosa del Caribe,

aunque sin el animado ritmo alegre

que induce a bailar

a los nativos.

Tan-tan-tan y (pausa), y

tan-tan-tan solo toco

bajo los árboles monumentales de la plaza

y a lo largo de la calle del paseo.

Expando sencillamente por las calles

y las plazas de mi pueblo

este monótono pulso solitario,

este sonido neutro muchas veces repetido.

Voy tocando sin fin, aunque también

 no me puedo detener por el momento.

 

 

Gaspar Jover Polo