Llaneza

El deseo sexual….

El torrente de la libido

en la cuenca se colma.

 

Con la excitación a flor de piel,

el deseo se deshoja.

 

En la cópula 

el goce es desmedido.

 

A el cristal lo fragmentan;

los jadeos y gemidos.

 

Y en el culmen del placer 

a chorros los fluidos.

 

Al ser un don divino,

se disfruta a plenitud y sin medida.