Patricia Aznar Laffont

Inmensa, inmensidad.

Es la Cara Infecunda de la Nada,

es el Palpitar Roto de la Soledad.

 

Fuga en Refugio.

Sabores Amargos del Mundo

que Mutilados Sacuden los Huesos

y de las Muertes,

las Lápidas de Mármoles Vencidos.

 

Cima del Orbe,

que Musita sus Dolores al Viento

en la Inmensa Inmensidad,

que Reflejada en un Espejo

Truena,

Desgarra

los Ruidos 

de los Negros Empedrados

de una Calle en Desierto.

 

No Alcanza Ola Rancia de Espuma

de la Savia en Cadenas

de la Mar...

 

No Alcanza el Hielo Tumefacto

de la Vejez que no Espera.

 

Llega la Rotunda Inmensidad

que Deshace los Vidrios

de Aquella Ventana 

Nunca Abierta

Cercenada de Siglos

por la Adversidad...

 

Soledad sin Lágrimas.

 

Ventanas de Maderos

Torcidos.

 

Muebles Anticuarios

Viejos,

Arañados,

Que Habitan un Mundo

Tan Sordo y Ciego,

como la Sola Soledad.

 

Inmensa Nada.

 

Polvo sin Humos.

 

Alberca Seca de Hieles.

 

Inmensa

Profunda,

Inmensidad....

 

(Patricia)