Llaneza

Espíritu indómito

En su paso por la faz de la tierra

está incorpóreo en un cuerpo corrupto.

 

Con brío se enfrenta al destino;

vive cada escena (adversa)

con una sonrisa a media leva.

 

Y en el vaho de la noche

sopesa sus penas, o las ahoga

en el cristal del silencio.

 

Avido de luz vive el hoy 

como sino hubiese un mañana.

 

No le da albergue al miedo

y a la muerte… Con  el ánimo corvo

le da la enhorabuena.