PALOMAALONDRA

La prosa del portento

Escribo entre las cuerdas de mi guitarra una canción que susurra tus angustias, entre bufandas de colores las secuelas de un adiós y un principio. Por la raja de mis trajes entre las gotas de agua titilante en mis hojas, estas páginas llenas de café goteado que por las noches deje cae talvez por llorar, esas hojas enmudecidas por las cenizas de tus manos y la suplencia de tu alma yace dormida lejana de lo que pudiera observar, que triste este que permite pensar qué significa la maldad, pero ahora durmiendo comprendí lo que significa ser sorprendido por un ráfaga interior, propia que no me deja decirte cuanto puedo extrañarte teniéndote tan cerca, tan pronto de marcharte, tan pronto de tocar tus dedos.

 

Escribo entre el sudor de mi frente lo entrañable de tus temores, que míos permiten besarte para consumar el paraíso de llorarte mis pretextos por no haber sido feliz, cuando entre la grama a mis brazos las hormigas suben diciéndome lo que es preocuparte mientras giran y vuelan oraciones, en nuestros encuentros absolutos donde cada uno desnuda sus sombras para olvidar que quienes se persiguen sólo somos éstos seres que permitieron que la decencia platicara solo entre los demás….

 

Por el tormento de mis fracasos sangró la novela de nuestras vergüenzas, ambas excluidas del portento de compartir y perder egoístas éstas, la salud del silencio propio y autentico. No es mentira que tal vez  lo que se dice fue lo que jamás se dirá otra vez, los segundos instantes respiran cuando terceros ya no podrían escapar de éstos y vieron que era mejor jugar de nuevo.

 

Perdiendo las memorias de nuestros lenguajes denigramos la vida para hallar nuestras huellas en el rumbo disyuntivo de nuestros horizontes, cuando al alcanzar unas pocas horas de aliento olvidamos lo que es soñar y permitimos al desdén deshacer nuestro canto, y es cuando la perdición se vuelve un alcance tan preciso que hasta preciado puede dibujarse. Por eso no me pidas que deje mis tristezas en alegrías hipotéticas cuando entre  las noches de incertidumbre aparecen trastocados todos los finales fatales y las frases olvidadas en esta mente tan… que tanto te busca y vuelve a ejecutar su desenlace. Podría por mi incredulidad impugnarte incluso por tu inocencia, pues si la crueldad se midiera en botellas no existiera el ebrio en las calles, no quiero mentirme de aquellos instantes que ya dejaron de ser, la verdad es que no existen laberintos que se crucen, pues la única encrucijada posible es aquella que obsesiona al hombre por ignorarse a si mismo. Por el suave encanto de las melodías sinuosas en tus labios pequeños me permito escucharte en el susurro de tus caídas y traspiés que no son más que  aquello que he cometido,  y observo sigilosamente a la espera de cazarte como aquel roedor a punto de vivir sin antes no te asfixiara en mis humildes palabras que presienten muchas veces que es mejor te dejaran en libertad a cambio de la seguridad insaciable que tanto me cuesta conseguir para ambos, no es mentira la perfección se encuentra en los defectos, y mi defecto es abrir tus alas en esta sinfonía artística de nuestros encuentros, en donde mi arte es la musa perdida de tus talentos.

 

Y si tal vez tus talentos pudieran hablarme, seriamos los asesinos de esta prosa de inspiración. Donde cada uno lograra ser el mejor culpable de que la felicidad se logra cuando puede obsequiarse, y cuando puedes hasta juzgar por no recibirla. PARA TI Y PARA MI, TE LA OBSEQUIO….LA PROSA DEL PORTENTO

2 de marzo 2002 12:26 PM