Si a todo tuve miedo,
y ante todo escondia,
esa sonrisa
que pense y jure
que nadie merecia,
pues todos dañaban
y no les importaba
si vivia o no,
si moria o si venia...
Tiempo oculto tras bambalinas,
esperando a que esta obra termine,
escritor y productor con grandes
existos, pero siendo un filosofo
y animador anonimo,
siendo el salvador del amor,
siendo el amante de la vida
y el cause para otros y su felicidad,
mas mi nombre el Silencio lo guarda,
y en medio de la obscuridad lugubre
pero llena de felicidad,
ahi se encuentra mi firma y mi voz...
Siendo un trovador a voces calladas,
escritor de la soledad y
esclavo del amor, pero en practica
solo siendo maestre de las letras,
y consejero, espadero de ese reino
color carmin...
Solo esperaba, en medio de la frialdad negra,
al haz de aquellas viejas estrellas,
sentado filosofando de la vida con los arboles
y recitandole versos al vaiven del viento...
Quien sabe que este verso pueda continuar,
quien sabe que uno deba continuar o
que le den las cosas necesarias para continuar,
el amor se vuelve indespensable para poder seguir,
y en este camino encuentras vendedores de paso,
y ciudad que son pueblos desiertos,
diferentes cosas, pero con las cuales debes seguir...
Siempre un poeta sombrio,
escondido, desdichado,
quien la felicidad
ni una carta de cumpleaños
le podia dirigir,
pues la tristeza perdio su dirreccion
y hasta el sol no sabe como llegar
o quien sabe si el realmente existe,
pueda que solo sea imbencion
y necesidad de creer en el,
en este poeta vacio y sin versos,
una ilusion somos todos,
pero lo que damos nos vuelve reales
por un momento porque el amor
y su gran poder lo vuelve veraz...
F.Eduardo Liévano