Voy sintiendo en mi triste alma gran dolor.
Muchas preguntas sin respuesta me surgen.
Siempre, lleve mi vida con disciplina y rigor.
Vine a escribir, porque hay cosas que urgen.
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¿Qué se hace si el motivo de dolor es visible?
Ciertamente, hay dolores visibles e invisibles.
Y si se tratan de sufrimientos, todo es posible.
Hoy en día, existen males que son previsibles.
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De esa Porfiria, nunca había escuchado hablar.
Pero, si llega el día de adolecer, nada será raro.
Ese mal, la vida de mi hermana, se vino a llevar.
El precio a pagar, con su vida, fue bravío y caro.
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¡Dicen: “Todo se olvida”, es falso, sólo se retira.
Pasa qué, nos presentan, una piadosa mentira!