Bajo el manto de la noche, cada beso es un verso tejido en la tela de la nostalgia, cada mirada cruzada entre nosotros es una rima que resuena en el silencio del recuerdo.
Las lágrimas derramadas se convierten en tinta sobre el papel, trazando un mapa de despecho en cada gota, mientras me doy vueltas en nuestro lecho buscando tu presencia... Y pasa que olvidó que ya no estás.
La soledad se instala en tu ausencia, su abrazo frío y distante reemplaza tus cálidos brazos, su mirada vacía refleja el vacío dejado por la tuya.
¿Cómo puedo enfrentar la ventana que ahora ve un cielo distinto sin ti? ¿Cómo volver a un hogar donde nadie espera mi regreso, donde no hay palabras de bienvenida ni abrazos reconfortantes?
Un día más se desvanece del calendario, otra luna menguante ilumina mi noche solitaria, otro suspiro débil se pierde en el silencio de la noche.