Brian Carmona

UN TANTO DE TI

 

En este crepúsculo que nos cobija,

bajo un manto de estrellas que murmuran secretos.

Mi voz se tiñe de tonos suaves, casi imperceptibles,

como si el viento me enseñara a declarar.

 

Posees la delicadeza de las primeras lluvias,

aquellas que despiertan la tierra, casi sin tocarla.

Llenas cada espacio, cada rincón, cada hueco, cada todo,

eres algo complicado de describir y que pretendo hacer.

 

Eres ese fenómeno diario que persiste,

el sol al alba, la luna en el crepúsculo.

Eres el encanto que surge entre sombras y luz,

eres la alegría de mi alegría en su esplendor.

 

Tus miradas, faros en mi océano oscuro,

encierran el enigma de noches eternas.

Y en su profundidad me hallo, como un náufrago

que ha descubierto su refugio, su razón de ser.

 

Tu risa, ese sonido que alinea el caos,

es mi paz y mi propósito, es mi hogar y mi odisea.

El poema inédito que la vida no redactó

pero que palpita y respira en cada gesto tuyo.

 

Amarte es una elección de valentía,

es encontrarte en cada instante, en cada suspiro,

en cada letra que emerge de esta alma

que ha aprendido a vibrar al son de la tuya.

 

Eres melodía que canto, la palabra hecha piel,

el verso que siempre anhelé componer.

Eres la magia que me sorprende todos los días

en la calma de nuestro afecto que se proclama.

 

Bajo el velo de una noche hecha para dos,

así te quiero yo, con esta pureza intrincada,

con este corazón rebosante de ti, de lo nuestro,

de este querer que nos pertenece y nos define.