Rafael Huertes Lacalle

A LIMÓN

A Limón

 

Hoy, no puedo con las letras

ni tampoco con palabras

expresar lo que me dicta

desde el corazón el alma.

 

Es un sentimiento amargo

como un nudo en la garganta

del que quiero desprenderme

y con más fuerza se agarra.

 

A esa cara nos rendimos

un febrero a tu llegada

y un febrero entre la lluvia

con heridas nos separa.

 

Obediente y fiel amigo

tu colita meneabas

entre aullidos clamorosos

tras la puerta a la llegada.

 

Daba igual si era Rubén

o La Mami o La Tamara

siempre había un gran saludo

y una fiesta desbordada.

 

La nobleza ha sido el signo

que tu vida abanderaba

y, tus ojos dos luceros…

algo inmenso en la mirada,

 

Aunque sabes que no Creo

en un Dios que crea y mata,

para ti, yo pido el cielo

y una eternidad en calma.

 

Ojalá un día me huelas

y sintiendo mi llegada

recorramos el sendero

entre nubes azuladas;

 

recordando viejos tiempos

de joviales caminatas,

tú y yo, mi fiel “Limón”:

 Amigo de cuatro patas.

 

Tu presencia al corazón

lo anegó de paz y calma,

y aprendí que pa´el amor

no hacen falta las palabras.

 

Aprendí que pa´el amor

lo que falta es tu mirada.

 

Rafael Huertes Lacalle