Amada tierra de próceres anónimos,
de patriotas exiliados,
de ciudadanos valientes,
de sueños soberanos.
Latinoamérica de mi alma,
susurro de mi ser,
deseo verte crecer,
sin egoísmos, sin ignorancia,
esa desdichada que te atrapa,
que te ahoga en la pobreza.
La deuda externa no es más,
que una deuda eterna con
la libertad, con los anhelos
de nuestro corazón latino.
Latam triste, Latam risueña,
el tercermundismo no está,
en los barrios marginales,
no está en las pandillas,
está en la mente del que
no sueña, del que no lucha,
del que no se esfuerza,
del que no conquista cada
día nuevamente su tierra.
Latam alegre, Latam serena,
suelta ya tus cadenas,
corre presurosa al alba,
al alba de la independencia,
la independencia del alma,
corre sin prisa, corre sin pausa,
que en el firmamento engalanada
con laureles aguarda por ti,
aquella que siempre te levanta
y te afirma, la bella esperanza.