Pablo Alfonso

Elogio al obrero

Salve ¡Oh! Maestro que da movimiento

Abeja productora. Luz de historia.

Emblema de martirio y de victoria.

Dominador del yunque, fragua y tiento.

 

Noble cincelador del monumento

que por temple tu afrontas astro y gloria

desde tu pensamiento y tu memoria

compartes al mundo de tu andamiento.

 

Salve, ¡Oh! tozudo obrero del arado;

gran soldado de la hoz y del sembrado.

Centinela de hazaña innumerable.

 

¡Salve al martillo que tu mano empuña!

¡Salve a tu mano que todo lo acuña!

Eterno luchador, sagaz y amable.

©PabloAlfonso 2010