Carlos Justino Caballero

EL REFLEJO DE LA VENTANA

 

Hay una ventana que por sus reflejos

es espejo irreflexivo además de ser ventana

y me veo sin querer cuando yo paso

aunque detesto mirarme en los espejos.

 

Pero esta ventana que aprendió reflejos

posee en sí misma una bondad extraña

pues no son fieles las formas que devuelve

y disimula lo que no disimulan los espejos.

 

Y cuando de mis años mozos yo me alejo

tal vez se sientan esos vidrios compasivos

ocultando algunos rasgos que han cambiado

a pesar de que por cambios no me quejo.

 

Y es en ese contraluz, brillo bermejo,

donde suelo hoy pararme a ver un poco

como es el cristal tan bondadoso

 que me engaña… y en ese engaño me protejo.

 

Así es como me animé con los espejos…