Nunca esperes mujer,
no creas que todo está sobre entendido,
ni que sepa lo que quieres si nunca lo has dicho,
o que sea el príncipe azul que tanto has querido.
No esperes te regale rosas el 14 de febrero,
ni te diga princesa como “buen caballero”
tú eres libre de ser la mujer que quieras ser.
No me pidas cuentas de algo que no hemos construido,
construyamos los sentimientos,
el amor,
la vida que tanto hemos querido,
y no castillos en el aire vacíos.
Déjame involucrarme contigo,
pero desde mi sitio,
e involúcrate conmigo teniendo los pies en el piso,
para así poder crear aquel cariño que sea infinito.
No tengas prisa por qué te diga promesas sin sentido,
te amos o cosas por el estilo,
no me gusta devaluar las palabras por rutinas sin plusvalía.
Yo te quiero con el alma y con la vida,
no con las palabras acostumbradas o ideas mercantilistas.