Alfredo Saez

-El Cortejo-

 

 

 

Confió en el consuelo

de aquella santa oración;

silente, sorda fue la recepción,

 milagro que rodó  por el suelo.

-

Marchitos los pesares,

focos de turbias entropías

con las esperanzas vacías,

desafinados elegíacos cantares.

-

Húmedo el lineal cortejo

de la sinuosa fila negra,

dolor químico que desintegra.

-

Frío en el Valle del Lunarejo

apenas tañen las campanadas

...que la Vida quedó sin  ganas!