Pilar Luna

RETACÍA

Camuflada en mitad

de un verso

para que no salpique

al narrador,

fraguando un plan

y otro de reserva

siempre en movimiento continuo,

con las alas suspendidas en el aire

aunque tropiece en el camino.

Una cuestión sin resolver

apartada de las normas,

pálpitos varados,

la retacía no tiene vergüenza,

suelta la lengua,

pone nubes en los ojos

y guindas en la cara.