Lucy Quaglia

Ya nada me asombra

Ya nada me apura,
me empuja, me asombra,
nada me conmueve,
ni nadie me nombra.
Voy por las laderas
con verde de bosques
saltando en la vida
al ritmo del viento,
cantando milongas,
sin plan ni objetivos
ni comida pronta.
Ya nada me queda,
me lleva, me encuentra,
todo se hace sombra,
si alguno susurra
las voces tranquilas
de amigos queridos
que quedaron lejos
en penumbras locas.