Oscar Giovani - Versos de Otoño

EL DIAMANTE PERFECTO

 

 

Las luces que guarecen

en la noche tan fría

las estrellas caen

fugaces como brisa,

su fervor rezumante

que recorría mi pecho

me envolvió en un instante.

 

Recostados en el techo

fulguraba muy brillante

su rostro y su cabello,

su embriagador perfume

me conquistó con su lascividad

me atrapó en un trance

y me entregué con facilidad.

 

Embrujado e inconsciente

con sus besos me sumergió

en aquella bóveda celeste

que iluminando su ombligo

era del poniente al naciente,

Ella se develó por completo

en un apasionado instante

y me entregó el más perfecto.