Su mirada fija al vidrio anónimo,
de verde murano...
Cientos de focos detrás de los vasos,
frente a sus ojos rojos...
Visión doblada en su mirar mortecino,
que propaga lamento...
El aliento fétido de su despojamiento,
expulsando espanto...
Se rompía su futuro,
por los adentros de cada vaso...