En las aguas turbias del tiempo me sumerjo,
navegando entre recuerdos y olvidos,
el río de la vida serpentea ante mí,
un laberinto de sueños y desafíos.
Con cada remo, desafío al destino,
contra la corriente, avanzo con brío,
pues en las aguas del ayer me sumerjo,
buscando la verdad en lo perdido.
Entre las sombras del atardecer,
busco las luces de un nuevo amanecer,
en la corriente del río, encuentro consuelo,
y en la lucha, mi espíritu renace y se revelo.
No busco reflejos ni respuestas en el agua,
sino la fuerza para seguir adelante,
pues en cada remanso y en cada cascada,
se revela el misterio de la vida constante.
Avanzar contra la corriente es mi destino,
superar el pasado, mi anhelo más fino,
como un río que fluye sin detenerse jamás,
así me sumerjo en la eternidad, sin mirar atrás.