Pilar Luna

LA PENA NEGRA

Comienzo cada día

deteniendo el tiempo

con el alma quebrada

en el silencio de mi claustro.

 

No, no me dejo llevar

por la pena negra,

acostumbrada a los ojos fríos

y a las grises boiras.

 

Todo lo cuestiono

y apenas miro mi reflejo

sin lágrimas de almíbar

que cristalizan sin colores.

 

Alma mía,

no me des motivos

para pensar,

que si sueño

no querré despertar.