TRISTE TROVADOR

Mariposas

Nunca pensé que las mariposas en el estomago

ardieran tanto,

siempre pensé que eran almas dulces

queriendo salir inocentes a pintar grafitis indescifrables

de mil corazones que encienden muros encantados.

Pero no son tímidas ilusiones que brotan y aletean,

sino que son fantasmas en pena intentando salir.

 

Nunca me imagine

que las mariposas en el estomago

fueran  insectos encabronados en desorden

que buscan cuerpos endebles donde seguir habitando

 

Nunca imagine,

que las mariposas en el estomago

no sobreviven cuando hay exceso de lágrimas,

te queman la garganta como si tomaras aguardiente,

que no son inmortales y terminan con un aroma insípido.

Y la humedad que los cubre pudre sus alas hasta el sopor,

y terminan disecadas por el ego, la angustia y el desamor.

 

Triste Trovador